El niño ciego y su madre. Fábula de Esopo. Moraleja: No nos engañemos creyendo que nuestras ilusiones son realidades, pues podríamos luego encontrar que nuestra situación era peor de lo supuesto.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
0 comentarios :
Publicar un comentario